De Idelys Izquierdo Laboy
Por Félix Báez Neris
Profesor jubilado de la UPRH.

La obra 30 años de silencio, de la autoría de Idelys Izquierdo Laboy, es una obra literaria autobiográfica centrada en el tema de la muerte y el suicidio. El tema del suicidio es ampliamente recogido en la literatura universal. En la poesía destacó a los poemas de Sylvia Plath, Angela María Dávila y Julia de Burgos. Idelys aporta con esta obra una profunda y sensible mirada al tema del suicidio. Su enfoque autobiográfico es transparente, posibilitando la comprensión, empatía y nos atrapa desde la primera página. En ese sentido, logra cabalmente su propósito de acercarnos a la temática, por dura o cruda que pueda ser. Como bien se expresa en el libro, “la autora comparte las dramáticas vivencias, llenas de lágrimas, incertidumbre, locura y muerte. Vivencias que mezclan la fantasía con la realidad, el bien con el mal, la luz con la oscuridad”. La obra está subdividida en 38 pequeñas secciones. Desde el primer tema, ¿Te irás a morir? donde nos cuenta que, siendo apenas una niña de 6 años, se enfrenta a la tragedia de la muerte por suicidio de su adorada mamá Esmeralda, a quien ella le decía “Maita”. Deliris queda huérfana junto a sus hermanitos Ámbar y Bunsen. Sus abuelos Zalo y Lolee se hacen cargo de ellos, brindándoles amor, comprensión y protección. La niña asustada y desconcertada procuraba sin herramienta alguna internalizar aquel doloroso suceso. Este es el punto de lanzamiento para entretejer las restantes secciones de una trama pormenorizada de los eventos de aquella fatídica tarde. Ese suceso marcó para siempre la vida de aquella temerosa e indefensa niña que se encerró en el silencio como salvavida. El corto espacio de esta reseña no permite ni siquiera mencionar, grosso modo, ese intenso panorama que la autora nos relata de los hechos que van entretejiendo el sufrimiento, el dolor y la comprensión, en grados diversos, del suicidio. El entramado social, costumbres, valoraciones y supersticiones están muy bien recogidos en la obra. Se expresan de manera magistral en la cotidianidad del pequeño pueblo de Lajas donde ocurren parte de los sucesos. Este hecho es importante para entender en alguna medida la socialización y la manera en que ubicaban a la mujer dentro de ese patriarcado. Los temas de la violencia doméstica, la religión, los depredadores sexuales, el abuso sexual, la violación, el bullying, el abandono del padre, la presión social y familiar, todos están muy presentes en la trama.

La protagonista de 30 años de silencio, enfrentó todos los sucesos que le ocurrieron con gallardía y valor admirables. Sufrió el “bullying” de parte de sus compañeros en la escuela; la llamaban despectivamente huérfana por carecer de padre y madre. Fue traumático para ella. Además, le agolpaba en su mente la carga emocional que le producía la creencia religiosa católica que catalogaba el suicidio como pecado capital. Es decir que los que se suicidan no iban al cielo. Sufrió el abandono de un padre irresponsable. Fue víctima de manipulación psicológica, maltrato conyugal y violación sexual de parte de su pareja. Luchó hasta el cansancio contra los temores, aquellas tormentosas y paralizantes pesadillas que le aquejaban en la noche. Su matrimonio fue desacertado e incluso tuvo que huir para protegerse ella y a su amado hijo Atabes. En el legado del suicidio la autora nos apunta lo siguiente: “Cuando un ser querido comete suicidio, las repercusiones de su acto impactarán mayormente a toda la familia cercana. Muchas veces el sufrimiento que padecen los que quedan vivos es tan desgarrador, que algunos deciden emular al suicida, acabando con sus propias vidas. Yo también pensé en suicidarme en dos ocasiones: en mi adolescencia y adultez”. Idelys nos sobrecoge con este relato centrado en vivencias. Son eventos de su vida que nos sacuden por lo impactante del relato cargado de un intenso dolor existencial, que fluye en sobresalto, y que nos deja una lección de profundo aprendizaje humanitario. Felicito a la compañera Idelys por el valiente paso de contar una humanitaria historia y sobre todo por la valentía de la ruptura con el silencio treinta años después, como un acto de acción reparadora. Porque, como bien ella nos apunta, “Cuando callas tu dolor, algo dentro de ti se quiebra, estalla o muere…” Sabemos que al ocuparte de este tema dejas una valiosa aportación testimonial que será de gran ayuda para todas aquellas personas que en su momento así lo necesiten.

